El concepto de timidez no se deja definir con claridad. En coherencia con una persona tímida, la timidez como rasgo personal parece también ocultarse en su enigma, parece guardar su secreto y el de las personas que pertenecen a su club.
En esta condición suya tan retraída hay características que son visibles y que apuntan a la evidencia de una menor frecuencia en la búsqueda de interactuar con los demás. Sin embargo aunque no se acerquen por iniciativa propia, tampoco rehuyen el contacto, como puede ser el caso de aquellos que padecen fobia social. Ni tienen las dificultades de los Asperger en captar las señales de las interacciones sociales como la ironía. La persona tímida es como una caja negra que en cada caso particular nos lleva a preguntarnos los motivos de que se encierre en sí misma.
Y suelen llevarnos a dudas entre opuestos, como en los siguientes ejemplos. El tímido ¿no suele compartir sus opiniones por un cóctel de humildad y relativismo, o por menospreciar sus propias opiniones?. ¿No comunica sus necesidades por una modestia cercana al estoicismo, o por creer que puede ser una carga molesta para los demás el que se las satisfagan?. ¿No le gusta que hablen de él en su presencia, ni siquiera los elogios, por quitarse importancia o por miedo a que hieran su sensibilidad?. ¿Sus reacciones en situaciones sociales en que le interpelan se caracterizan por la vergüenza, entendida como la conciencia sobredimensionada de haber cometido una falta, o de pudor, en el sentido de seguir unas normas de recato y dignidad?. ¿Ponen coto a lo que tienen dentro para filtrar y limitar la influencia de los demás en sus opiniones, o por temor a exponerse a posibles críticas?. ¿Les resulta indiferente lo que opinen los demás de ellos, o exageran lo pendientes que están los demás por cómo actúan, visten etc?

La palabra tímido hunde sus ruborizadas raíces hasta llegar a Thymos, vocablo griego no relacionado con la factura de la electricidad, que significó en un primer momento alma. Pero como éste término indefine mucho más que concretar con el tiempo Thymos pasó a significar “Disposición afectiva que define las reacciones emocionales e instintivas de un sujeto”, y que es como en el presente muchos psicólogos definen el concepto de sentimiento. Es decir el estilo con que cada individuo reacciona, procesa y otorga significado a las reacciones emocionales de nuestro cuerpo, como la ira, sorpresa, tristeza etc. Con ello ya se especificaba una descripción del alma, algo así como el panel de control sobre la nave que es nuestro ser como ente biológico y fisiológico. Lo cual era una enorme paso hacia el encuentro entre el concepto de alma y el de consciencia, siendo esta última quien maneja el panel control antes referido. Pero sigue siendo una incógnita qué es eso que lo maneja. La consciencia se da a la fuga cuando intentamos observarla y hablar de ella, ya que cuando lo hacemos lo hacemos desde ella misma, y es muy difícil, como han estudiado muchos investigadores cognitivos, que la consciencia se conozca a sí misma. Es como intentar atrapar a nuestra propia sombra. Y hasta la física cuántica ha entrado en este laberinto sin éxito por el momento.
Pero esto nos aparta de la historia de los significados de la timidez, y como vimos más arriba en Grecia el origen del término al principio era alma, luego sentimiento. Los romanos en la conversión de Thymos a la latina Timidus, que significa temeroso, le dio un significado más cercano de la timidez actual. Más adelante, en la edad media no se produjo ningún avance entre concilios sobre lo divino y guerras sobre lo humano. Hasta que a principios del siglo XX el psicoanalista Carl Gustav Jung, en sus estudios sobre los tipos caracteriológicos estudió la dimensión del continuo introversión-extraversión. Y diferenció al introvertido del tímido. El primero focaliza su interés en el interior de su persona, en sus procesos y movimientos interiores, mientras que el tímido puede focalizarse en el interior o en el exterior pero siempre teme el rechazo de los demás, mientras que el introvertido no le condiciona este temor más que al extrovertido. Tomando el aspecto comunicativo, y simplificando, el introvertido no habla porque no quiere y el tímido no lo hace porque no puede.
La etapa clave en la que aparece la timidez es entre los cinco y los siete años de edad. En ese momento se manifiesta como miedo a uno mismo. Posteriormente, durante la adolescencia, se vuelve un mecanismo sistematizado; esto se debe a que el individuo tiene una mayor consciencia de sí mismo y comienza a actuar en consecuencia para conseguir una imagen favorable entre las personas con las que se relacione. Esta última etapa es primordial para definir el tipo de timidez que tiene la persona; puede ser la normal de un joven que comienza a madurar y a comprender más de su entorno y de su lugar en el mundo, o puede ser una afección crónica que lo lleve a aislarse.
Por último un apunte sobre la tecnología actual. Puede abocarnos a una edad de hielo de la comunicación. Paradojas como él alone together ( conectados pero solos) de la sociologa Sherry Turkle encarnan la contradicción de una sociedad que se expone más que nunca, pero que lo hace con termostato. Regulamos nuestras relaciones en función de diferentes estrategias y elegimos, por ejemplo, un e-mail en lugar de una llamada de teléfono.
Enlace a un artículo sobre la personalidad tímida
https://www.bbc.com/mundo/noticias-37298690
Enlace de aforismo sobre la timidez
https://www.mundifrases.com/tema/timidez/
Sobre el funcionamiento del cerebro de los tímidos
https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/asi-funciona-el-cerebro-de-los-timidos
El futbolista George Best fue muy tímido. Lo encaró con excesos de todo tipo. Aquí un enlace sobre sus frases más conocidas